La SMMP construyó la central térmica de carbón para abastecer sus industrias. Ante la demanda de energía eléctrica, amplió esta central y suministró a varios pueblos de los alrededores, desde Azuaga hasta Córdoba.
Tenía dos turbinas, una Sulzer y otra Brown-Bovery, varias calderas, unas con quemadores y otras con carbón de seis enfriadores. La central térmica disponía de una serie de edificios de distintos tamaños y fábrica segun los usos a que estaban destinados, tales como almacenes, bombas de agua, refrigerantes, salas de calderas, etc.
El mayor interés arquitectónico lo presenta la sala de turbinas que es un gran edificio de planta rectangular y gran alzado, el cual se cubre con una techumbre a dos aguas. Los materiales constructivos utilizados son carbonilla y cal combinados con ladrillo.
La Sala de Turbinas, al haber estado en actividad hasta hace relativamente pocos años presenta buen estado de conservación en sus muros y techombre.
El Cerco Industrial, zona donde se ubica esta instalación, fue declarado BIC en 2018 como Lugar de Interés Industrial, es un interesante complejo arquitectónico, puntero en su época y de una envergadura inigualable. El conjunto de este patrimonio se compone de algo más de una docena de edificios muy rariados pero en general, de época similar. El más antiguo de ellos se puede datar de 1867 y el más moderno alrededor de 1940, aunque la gran mayoría pertenecen a los últimos años del siglo XIX y principios del XX. Los edificios que se conservan presentan caracteristicas muy disímiles propias de las corrientes arquitectónicas de la época en la que predominaba el eclecticismo, pudiendose encontrar rascos clasicistas o neorrománicos asi como algunas claras contribuciones de la arquitectura popular francesa, si bien, como corresponde a la arquitectura industrial, todos tienden al racionalismo.