Se trata de una de las últimas construcciones levantadas en el Cerco Industrial.
Esta instalación atendía al mantenimiento y las reparaciones del material ferroviario de la SMMP, especialmente al que pertenecía a la Compañía de los Ferrocarriles de Peñarroya y Puertollano, línea de via métrica de mas de 220km que unía aPeñarroya-Pueblonuevo con Fuente del Arco y Puertollano.
La nave que se conserva fue la última en ser construida, a modo de añadido al taller de vagones, y es de superficie rectangular. Su armazón principal está formado pro finas pilastras diseñadas en hierro remachado y que aparentemente no parecen muy fuertes, aunque su misión no es la de sostener grandes pesos ni estar sujetas a tensiones ya que su principal cometido es el de sostener la techumbre. El espacio entre esta pilastras está cerrado pro lienos construidos con ladrillos de carbonilla de fabricación propia.
El Cerco Industrial, zona donde se ubica esta instalación, fue declarado BIC en 2018 como Lugar de Interés Industrial, es un interesante complejo arquitectónico, puntero en su época y de una envergadura inigualable. El conjunto de este patrimonio se compone de algo más de una docena de edificios muy rariados pero en general, de época similar. El más antiguo de ellos se puede datar de 1867 y el más moderno alrededor de 1940, aunque la gran mayoría pertenecen a los últimos años del siglo XIX y principios del XX. Los edificios que se conservan presentan caracteristicas muy disímiles propias de las corrientes arquitectónicas de la época en la que predominaba el eclecticismo, pudiendose encontrar rascos clasicistas o neorrománicos asi como algunas claras contribuciones de la arquitectura popular francesa, si bien, como corresponde a la arquitectura industrial, todos tienden al racionalismo.