Pozo María: El conjunto está formado por las siguientes edificaciones: El edificio principal tiene forma de U, consta de dos alturas y cubierta plana, realizado con estructura de hormigón y fábrica de ladrillo visto. El inmueble se encuentra subdividido en tres partes: el ala norte, en la primera planta, alberga distintas estancias dedicadas a recepción, reprografía, botiquín, sala de vigilantes, sala de reparto, duchas y lampistería. En la segunda planta se encuentra la zona de oficinas, con varios despachos, sala de reuniones y archivos; en la zona central se sitúa una nave que se corresponde con la sala de máquinas y alberga la polea Koepe y el cabrestante auxiliar para el cambio de cable; el ala sur comprende diferentes naves anexas donde se encuentra la sala de transformadores, sala de compresores, sala de calderas, taller, oficinas de comité y archivo.
Construidos con fábrica de ladrillo y cubierta de fibrocemento encontramos la nave de testigos, situada al este del edificio principal y al sur del mismo se encuentra el taller electromecánico, sala de intercambiadores y la sala de compresores de alta presión.
El pozo principal cuenta con un castillete, cuya estructura metálica mide unos 40 m de altura. El cobertizo es una nave que cubre el emboquille y el embarque del pozo, cuya estructura y cubierta es de chapa metálica. Esta nave está abierta en sus laterales para la entrada del material. El techo en su zona central está abierto en la parte donde se inserta el castillete.
La estructura de almacenamiento de carbón y estéril que comprende 10 tolvas de 60 m³ de capacidad cada una está cubierta por una nave de estructura metálica. Entre el castillete y las tolvas hay un circuito con estructura metálica que se eleva sobre una plataforma sobre el suelo a 11 m y sirve de unión entre el castillete y las tolvas para el recorrido de vagonetas y carga de tolvas.
El taller bocamina, situado entre las tolvas y el castillete, constituye un edificio de fábrica de ladrillo y techo de fibrocemento abierto en la parte frontal.
Situada al oeste del pozo principal se halla la zona de materiales, que constituye una explanada de aproximadamente 3.000 m², recorrida por un puente grúa donde se almacenan diferentes tipos de materiales al aire libre. Está comunicada con el pozo principal por vías de ferrocarril.
El pozo principal se encarga del transporte exterior del carbón y del estéril, así como del transporte de materiales y personal. También servía de entrada de ventilación y para la instalación de tuberías, cables eléctricos y escalas.
La mina también posee un pozo de retorno, de sección circular y revestido de hormigón con un diámetro libre de 3,5 m y una profundidad de 270 m. Constaba de tres plantas a las profundidades de 120 m, 195 m y 270 m. Se utiliza para la salida de ventilación y también podía funcionar para movimiento de personal o de material.
Sobre el pozo de retorno se levanta el edificio de la esclusa y el castillete, que consta de una estructura metálica de 25 m de altura.
Al sur del pozo de retorno se encuentra la sala de máquinas de estructura metálica y cubierta de chapa metálica. Del mismo material es el edificio del ventilador, situado al este del pozo
El acceso a los diferentes niveles se realiza a través de instalaciones subterráneas, con cuatro plantas de embarque a las profundidades de 120 m, 195 m, 270 m y 345 m.
Y por último destacamos otros elementos de este conjunto como la máquina de extracción del pozo principal, una subestación eléctrica en el edificio del taller, los compresores, un puente grúa, la máquina de extracción del pozo de retorno y los ventiladores.
El recinto cuenta con una zona de acceso, aparcamiento y jardines.
Este es uno de los Castilletes de la Cuenca carbonífera del Guadiato en el Alto Guadiato. Aunque la historia minera de la Cuenca de Belmez comenzó en el s. XVIII, en Cabeza de Vaca y en el arroyo de la Hontanilla, su explotación intensiva se produce en el siglo XIX.
Estos castilletes, en su mayoría centenarios, daban servicio a pozos de carbón de diferentes de diámetros y profundidad máxima de 500m., algunos de estos pozos tienen un espectacular revestimiento de mampostería y están coronados por castilletes de estructura metálica, de mampostería o bien de tapiales de carbonilla y cal. Algunos conservan ruinas de instalaciones o restos de talleres y estación de carga. El entorno de los pozos es de un auténtico sabor minero por sus escombreras con abundantes restos paleontológicos.
Los pozos de interior de carbón de la cuenca carbonífera “Peñarroya-Belmez-Espiel” constituyen realizaciones de ingeniería de interés histórico, científico y social, por tratarse de una actividad minera bicentenaria.
X= 297.468,71 Y= 4.241.595,12 Z= 521