Almadén

En época romana hubo un primer complejo minero de relevancia con asentamientos permanentes basados en la producción de bermellón para la industria textil. Esto sentó las bases del sistema de comercio y transporte entre metrópolis y periferia.

La explotación musulmana fue el centro de abastecimiento de azogue para la medicina y la alquimia de todo el mundo medieval.

Tras la conquista castellana, S. XIII, la Orden de Calatrava produjo azogue y bermellón para Europa, el Mediterráneo, y Asia. Lo que permitió la consolidación económico territorial del sur de Europa.

Durante el S. XVI, la mina fue arrendada en pago a los préstamos para la proclamación de Carlos V como emperador a la familia de banqueros Fugger, financieros precursores de los modelos empresariales y del capitalismo moderno.

Almadén fue determinante para la consolidación y expansión de la monarquía española. El proceso tecnológico de amalgama de la plata con azogue contribuyó a consolidar el sistema monetario y económico europeo.

En el siglo XVIII, se constituyó la Academia de Minas de Almadén, la primera en España, donde ingenieros de mina europeos contribuyeron al intercambio y la consolidación científica de la geología y la ingeniería de minas.

En los siglos XIX y XX, Almadén fue líder mundial en producción y venta de mercurio. En 2003, por las directrices medioambientales europeas, la explotación cesó su actividad. Se acometió un proceso de reconversión y regeneración productiva a los sectores agropecuario, medioambiental, científico y turístico.